"Las ciudades deberían ser un espacio principal de acción para la sostenibilidad", defiende José Javier Gómez, de CEPAL
13/06/2017


José Javier Gómez es oficial de Asuntos Ambientales de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de CEPAL. Sus principales áreas de trabajo son la resiliencia de las ciudades, los planes de adaptación que enfrentan los impactos en las áreas costeras y diversos trabajos en la Amazonía relacionados con los asentamientos humanos y el financiamiento de la lucha contra la deforestación. En Eima 2017 participa en la sesión Incorporación de los ODS y compromisos por el cllima como marco político-estratégico.

PREGUNTA.- ¿Qué impresión general le produce el encuentro Eima 2017 y el 60º Congreso ACODAL? ¿Cuáles son los puntos fuertes de un evento de este tipo?
 
RESPUESTA.- La impresión es muy buena. Estos congresos acercan dos mundos, el de las políticas públicas y el de las empresas, que muchas veces no se comunican lo suficiente. No esperaba ver cómo las empresas internalizan perfectamente la agenda de desarrollo sostenible. Quizá haya que hacer más esfuerzos en sentido contrario, es decir, facilitar un mayor conocimiento de las tecnologías disponibles y los desarrollos tecnológicos a los tomadores públicos de decisión para que no existan barreras administrativas para su adopción.
 
P.- El cumplimiento de los ODS es uno de los asuntos principales que se abordan en el Eima 2017. ¿Cuál es el valor que tienen para la sociedad estos objetivos de Naciones Unidas? ¿Qué posibilidades existen de cumplir con ellos y cómo se encuentra la situación en Iberoamérica?
 
R.- Todavía tiene que hacerse un esfuerzo mayor de comunicación en muchos ámbitos de la sociedad. En cualquier caso se trata de una agenda de desarrollo que integra las aspiraciones de la mayor parte de los miembros de las sociedades de los países de Iberoamérica y del mundo. Los objetivos son ambiciosos aunque los países están muy comprometidos en su cumplimiento. Las posibilidades de cumplir con ellos, al menos los más importantes,  van a estar muy condicionadas por la existencia de un entorno económico favorable y de la disponibilidad de financiamiento adicional. En Iberoamérica hay mucha heterogeneidad entre los países y unos van a avanzar más que otros. No ayuda a los países de América Latina y el Caribe la situación de bajo crecimiento económico y el nivel alto de desigualdad que predomina en los países.
   
P.- ¿Cual es su opinión sobre el resultado de la COP21 de París y el actual acuerdo internacional para la mitigación del cambio climático? ¿En qué momento se encuentra la sociedad internacional en la lucha contra el cambio climático?
 
R.- Es un momento muy esperanzador, independientemente de la reciente retirada de Estados Unidos de América. El resultado es todo lo ambicioso que se pudo conseguir y existe una masa crítica de gobiernos, tanto nacionales como locales, empresas, Academia y ciudadanos con capacidad de avanzar hacia el cumplimiento del  acuerdo de París.
 
 
P.- Con respecto a la adaptación al cambio climático y la mejora de la resiliencia, ¿cómo cree que se encuentra la situación en Iberoamérica? ¿Cuáles son las medidas más importantes a llevar a cabo?
 
R.- Iberoamérica es una región que contribuye poco a las emisiones de gases de efecto invernadero pero es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. En la mayor parte de los países todavía existe un déficit importante de adaptación a la variabilidad climática, especialmente de fenómenos como El Niño y eventos extremos en las zonas tropicales y subtropicales. El cambio climático añade más urgencia a la necesidad de adaptación. Existen esfuerzos importantes pero todavía hay una brecha importante de financiamiento para  las acciones de que deberían llevarse a cabo. Las medidas más importantes deben, en primer lugar, identificar los impactos con los modelos existentes y priorizar aquellos sectores y territorios donde se van a producir los principales impactos negativos para el bienestar de los ciudadanos, la economía y el medio ambiente. En América Latina y el Caribe se prevé que el sector agropecuario va a ser muy afectado, al igual que la disponibilidad de los recursos hídricos. También se esperan mayor número e intensidad de eventos extremos y aumento de riesgo en zonas costeras. La adaptación al cambio climático es prioritaria, y las medidas a tomar pueden ser sinérgicas con las acciones para la mitigación (por ejemplo la conservación de bosques, asociada a menores emisiones por deforestación y a protección de recursos hídricos) y con los ODS.
 
P.- ¿Qué papel tienen las ciudades en la conquista de la sostenibilidad? ¿Cuáles son los frentes principales que deben abordar las ciudades iberoamericanas en ese campo? ¿Saneamiento, movilidad, gestión de residuos...?
 
R.- Alrededor de un 80% de los habitantes de América Latina y el Caribe viven en ciudades, por lo que las ciudades deberían ser el principal espacio de acción. Los principales frentes que deben abordar las ciudades se refieren a la reducción de riesgos asociados a eventos hidrometeorológicos por el lado de adaptación. El aumento del transporte privado y la baja calidad del transporte público en muchas ciudades está generando problemas crecientes de movilidad, que se traducen en contaminación, congestión (muchas personas dedican demasiado tiempo al transporte) y emisiones de gases de efecto invernadero. En algunas ciudades la gestión de residuos solo alcanza un porcentaje pequeño de ellos, lo que, además de problemas de salud, agrava los eventos de inundación. Si bien se ha avanzado mucho en la potabilización del agua, hay un espacio importante para mejorar el tratamiento de aguas servidas.
 
P.- La economía circular es el gran concepto emergente en este momento aunque no todos las definen igual ¿Cómo entiende usted la economía circular? ¿Qué pasos hay que dar para alcanzar un modelo circular?
 
R.- La entiendo como aquella economía en que se considera el ciclo de vida del producto y se intentan minimizar los impactos ambientales, el uso de recursos y la generación de residuos. Para avanzar hacia economías circulares es necesaria, por un lado, mucha información sobre los procesos y las opciones existentes para cerrar ciclos. Por otro lado hay políticas públicas que, mediante regulación y/o incentivos económicos, pueden ayudar a que las empresas adopten prácticas que acerquen su desempeño a los criterios de economía circular. No hay que olvidar el trabajo con los principales actores, las empresas, principalmente en el ámbito de la concienciación y en la demostración de que la economía circular no solo es deseable en términos de sostenibilidad, sino que también aumenta la rentabilidad económica y genera nuevos negocios.
 
P.- ¿Cual debe ser el motor de cambio hacia una sociedad más sostenible? ¿La iniciativa privada? ¿El papel de los gobiernos? ¿Cómo conseguir que la inversión y la economía caminen por la senda de la sostenibilidad?
 
La sostenibilidad exige colaboración entre todos los actores de la sociedad. Como en muchos casos se trata de mercados imperfectos, la senda de la sostenibilidad exige que las regulaciones de los gobiernos (incluyendo impuestos y subvenciones) envíen señales correctas de precios a las empresas. Es necesario también que exista continuidad en las políticas y seguridad jurídica. Un sector privado que recibe las señales correctas y sabe que en el futuro no se cambiarán discrecionalmente las reglas del juego invertirá a largo plazo con criterios de sostenibilidad. Un ámbito importante también es el de las compras públicas, que deberían incorporar criterios de sostenibilidad y no solo de costes. También hay un papel para la cooperación internacional en materia tributaria, por ejemplo, eliminando paraísos fiscales y la competitividad basada en la ausencia de regulaciones. La coherencia entre las distintas políticas es clave, lo que obliga a los gobiernos a aumentar la coordinación entre sus instituciones y con los otros actores del proceso. En Eima 2017 par
 
P.- ¿Qué papel puede jugar la innovación en el objetivo de conseguir una sociedad más sustentable?
 
R.- La tecnología es clave para el tránsito hacia una sociedad más sostenible, pero no es suficiente. Hay ODS cuyo logro pertenece sobre todo al ámbito político, como los de igualdad de género y el de reducción de las desigualdades. Las innovaciones tecnológicas pueden ser claves para construir un mundo más sostenible y lo están haciendo, por ejemplo en el ámbito de las energías renovables, del agua, de la agricultura, pero  la innovación y la aplicación de las nuevas tecnologías también requiere de señales políticas y de regulación.
 
 
P.- Durante el Eima 2017 se celebrará el IV Diálogo de Redes Iberoamericanas. ¿Qué papel juegan las alianzas entre actores diversos en la lucha por la sostenibilidad?
 
La sostenibilidad es tarea de todos. El principal papel de las alianzas es la alineación de distintos actores en la búsqueda de un mismo objetivo y el aprovechamiento de las sinergias. Una de las formas más eficientes para logralo es la construcción de redes. 

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